En una decisión histórica, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, conmutó las penas de 37 de los 40 condenados a muerte por la justicia federal, transformando sus sentencias en cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Esta acción se alinea con la moratoria impuesta por su administración a las ejecuciones federales, exceptuando casos de terrorismo y asesinatos en masa motivados por odio. La medida, que perdona la vida a individuos condenados por diversos homicidios, deja a solo tres presos federales en espera de ejecución.
Joe Biden, en un comunicado, expresó su firme oposición a la pena capital, subrayando su carrera dedicada a la reducción de crímenes violentos y la garantía de un sistema de justicia justo. «Estas conmutaciones reflejan mi compromiso de detener el uso de la pena de muerte a nivel federal», afirmó. Biden también lanzó una crítica a la administración entrante de Donald Trump, quien ha sido un defensor de la expansión de las ejecuciones.
La decisión de Biden se produce en medio de la presión de grupos de defensa que le instaron a dificultar que Trump reanude las ejecuciones. Además, el anuncio llega tras la reciente conmutación de penas de unas 1.500 personas y un perdón a su hijo Hunter, lo que generó revuelo en Washington. Martin Luther King III elogió la acción de Biden, destacando su reconocimiento de las raíces racistas de la pena de muerte y su esfuerzo por remediar la injusticia persistente.
«El presidente ha hecho aquí lo que es correcto», declaró Donnie Oliverio, un policía retirado cuyo compañero fue asesinado por uno de los hombres cuya condena fue conmutada. Oliverio destacó que la ejecución no habría traído paz, elogiando la coherencia de Biden con su fe compartida.
Fuente: Infobae