Este pasado domingo 22 de diciembre celebramos organizado por el Instituto Patria en el humilde asentamiento Eva Perón de Merlo el evento cultural la Patria es mi barrio, nuestros ojos se humedecían de emoción al ver a Peteco Carabajal tocando junto a la orquesta infanto juvenil de la Isla Maciel (financiada por la Provincia de Buenos Aires tras el cierre del programa de orquestas en barrios populares por parte de Nacion), nuestra madrina Teresa Parodi cantando ‘la canción es urgente» con les niñes y adolescentes del centro socioeducativo y comunitario en barrios populares programa también provincial, Bruno Arias, el dúo La Tranquera y muchos otros/as artistas maravillosos de nombres menos conocidos pero de igual talento, títeres, pintura, juegos, choris y torta con la bandera argentina, cerraban la jornada.
Entre cantos y bailes de chamamés, chacareras y cumbia celebramos que Dios siempre nace en los márgenes, en la periferia, en un rancho de techo de chapa sin aislación.
Nuestra Virgen María tiene en su mano un «Rosario» musulmán y cuida a su hijo en medio de los escombros en que han convertido a Palestina los sionistas.
Todas las figuras fueron confeccionadas por compañeros de la Tupac Amaru -no olvidamos que Milagro sigue presa, ¡libertad a Milagro Sala!-: los Reyes, María y José son hermanos/as de los pueblos originarios a quienes Milei acaba de sacarles el decreto que los protegía ante desalojos. No hay vaca (las penas son de nosotres las vaquitas son ajenas) si hay una llamita preciosa, no hay Árbol de Navidad hay Cardón.
Mientras Guillermo Fernández cantaba el Ave María parte de la Misa Argentina de su autoría, El niño Dios arropado por el pañuelo Palestino pasaba de mi mano a la de Tristán Bauer, de él a las manos de una de las vecinas del barrio quien le besa la cabecita y así a muchas manos entrelazadas para que Diosito llegara a su cuna donde le esperaba la bandera Palestina.
En nuestro pesebre no hay estrella de Belén sino que lamentablemente cuelga desde el techo una amenazante motosierra que quiere echar ¡afuera! el niño. No tiene derecho a comer imagínense aprender a tocar en una orquesta o invertir en educación. Herodes se quedó corto. «Hacer ajuste en la educación es un suicidio programado de un país» dijo el Papa Francisco este fin de semana.
En nuestro Belén se recita esta oración reenviada por la web de autor/a desconocido:
«Si yo tuviera una estrella que brille como en Belén, alumbraría a mi Patria para verla renacer.
Le pido al Niño Bendito, al Dios que está por nacer, que nos regale el milagro de resucitar como Él.
Y que esta tierra grandiosa, como en sus días lo fue, vuelva a brillar, a ser libre, a recuperar esperanza y Fe.
Que sea un País optimista y que impere la honradez.
Que pueda más la confianza que el miedo a vivir en él.
Si yo tuviera una estrella que brille como en Belén, alumbraría a mi Patria para verla renacer.
En nuestro Belén las estrellas somos vos y yo, ella y él, todos, todas y todes los que a pesar de los pesares nos empecinamos en que renazca la Vida, en luchar esperanzadamente, en defender la alegría como una trinchera.
Por eso en nuestro Belén en vez de Villancico se canta una canción salvadoreña que convoca a revolucionar:
«Este gesto generoso te agradecemos Señor, es misterio tan hermoso tu sacrificio de amor, al darte como comida en el duro caminar, de tu pueblo tan hambriento que lucha por mejorar sus condiciones de vida y al tirano derrotar » .
En nuestro pesebre todes sabemos el nombre del tirano.
* Cura en opción por las y los pobres