Esta corriente económica se centra en el reciclaje y combate los problemas que enfrenta el ambiente.
La economía estudia los métodos más eficientes para satisfacer las necesidades humanas materiales, utilizando bienes escasos. En ese sentido, existen diferentes corrientes que tienen como objetivo el desarrollo económico sumado al beneficio de algunos sectores. En esa línea, se ha creado una teoría llamada economía circular.
Esta corriente responde a un modelo económico que se centra en reducir el uso de materias primas, reparar o reutilizar los componentes, y reciclar los desechos. En esa línea, a través de la economía circular se busca extender el tiempo de utilidad de los productos al máximo, que sigan un modelo cíclico en el cual nada se desperdicia.
La historia de la economía circular
Si bien la economía circular no data de un año específico, si fue popularizada a fines de la década del 70′. Fueron académicos, empresas y otros líderes de opinión quienes adoptaron este sistema en modelos modernos de la economía, a partir de los cuales nacieron diferentes corrientes filosóficas.
Un claro ejemplo de esto es Cradle to Cradle (de cuna en cuna), un concepto creado por el químico alemán Michael Braungart y el arquitecto estadounidense Bill McDonough. Ellos comparaban los procesos industriales y comerciales con un proceso de metabolismo biológico, en el cual los desechos son considerados nutrientes que pueden volver a ser reutilizados.
Asimismo, también se desarrollaron otros modelos de pensamiento, como la economía de rendimiento, la ecología industrial, el capitalismo natural, la economía azul y el diseño regenerativo. Todos estos responden a la economía circular y buscan adaptarla a modelos actuales.
La economía circular se diferencia de la economía lineal, su opuesto natural, que predica el «tomar, hacer y desechar». Este modelo no contempla el cuidado del medio ambiente.