Tras haber sido el «furgón de cola» del PRO en Juntos por el Cambio, ahora un sector del radicalismo sueña con ocupar el mismo lugar pero de La Libertad Avanza. Los radicales con peluca se movieron como en casa este jueves en Balcarce 50, cuando los recibió el presidente Javier Milei. Pero esta vez los diputados Mariano Campero, Martín Arjol y Luis Picat, expulsados por el Tribunal de Ética de la UCR por haber apoyado los vetos contra los jubilados y las universidades, no estuvieron solos. Fueron acompañados por gran parte de sus compañeros de bloque, incluido el presidente de la bancada, Rodrigo De Loredo. Martín Menem, titular de la Cámara baja, ofició de anfitrión junto con Milei, su hermana Karina y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, –con ella los radicales compartieron una reunión previa–. Al salir del encuentro, de dos horas y media, De Loredo confirmó que seguirán apoyando al oficialismo y dejó la puerta abierta para una alianza electoral el año próximo. El sector opositor de la UCR explotó en las redes sociales contra sus correligionarios. Por la noche, el Presidente recibió a su gabinete para una cena en la quinta de Olivos y hubo una nueva ronda de fotos sonrientes y pulgares arriba.
La semana pasada, meses después del apoyo a los vetos presidenciales, el Tribunal de Ética decidió correr a Campero, Arjol y Picat del partido que conduce Martín Lousteau. A todos se los acusó haber «lesionado gravemente la dignidad del partido». Milei, en señal de apoyo y para seguir profundizando la división de la oposición, el 24 de diciembre le pidió a Menem que llame a los radicales. Cerca de las 18, el riojano contactó a De Loredo para invitarlos a la Casa Rosada. Ya en navidad, De Loredo transmitió la invitación a los integrantes de su bloque y en su gran mayoría (13 de 20) fueron al encuentro. El mandatario los recibió a las 12 del mediodía en el Salón de los Científicos y solo les dio café. Durante 45 minutos, disertó sobre su visión de la economía y vociferó sus buenos «augurios» para el año que viene.
Si bien Campero dijo que no se sumarán a las filas de La Libertad Avanza, no se descarta que gran parte del radicalismo busque una alianza electoral con los libertarios en 2025, tal como lo hicieron en el 2015 con el PRO. Al salir de la reunión en la Casa Rosada los radicales dijeron públicamente que no se habló del tema pero distintas fuentes sostienen que les propusieron un acuerdo y Milei no les dio una respuesta. Desde el entorno más cercano del Presidente dijeron jocosos a este diario: «Que vengan los que quieran. Todos son bien recibidos en las fuerzas del cielo». Los radicales consideran que los comicios del año que viene se polarizarán entre LLA y el «kirchnerismo», y ya quieren sentar posición.
Mariano Campero, el radical más fanático de LLA, puntualizó sobre ese tema: «varios dentro del bloque estamos convencidos. Hoy el electorado de Juntos por el Cambio confluye con el del gobierno nacional. Los votantes de lo que era JxC quieren que al gobierno y al Presidente les vaya bien. A nosotros, como diputados, nuestros coprovincianos nos piden que acompañemos al gobierno».
El diputado se metió de lleno en la interna radical y apuntó contra el presidente de su partido. «Tomo como una cucarda que el egoísta y perdedor de Lousteau nos quiera expulsar. Es un premio», disparó y agregó: «indudablemente está caliente porque le está yendo muy bien al Presidente y se la quiere desquitar con nosotros, pero lo que está haciendo es llevar al radicalismo a que mida menos de un punto, abajo de los zurdos». El tucumano lo acusó de encabezar «un intento desestabilizador con los K». En la volteada también cayó al ex gobernador de Jujuy y ex presidente de la UCR: «(Gerardo) Morales y compañía fueron malos perdedores y, desde ese lugar, le dieron el partido a Lousteau. El resultado es que, con esta conducción, el radicalismo está en los peores momentos de su historia».
Mientras los radicales oficialistas se sacaban fotos en la Casa Rosada, los diputados del bloque que no asistieron –cercanos a Facundo Manes— twitteaban enfurecidos: «La foto de la vergüenza. Las medias de Javier y Karina empapadas de tanta succión. Nadie se hace oficialista GRATIS», dijo, por ejemplo, el diputado de Formosa, Fernando Carbajal. Lousteau, hasta el cierre de esta edición, se mantuvo en silencio.
Pablo Juliano, jefe del bloque «Democracia Para Siempre» -desprendimiento del bloque que comanda De Loredo- fue todavía más duro. Consideró que quienes asistieron a la reunión con Milei son «arrastrados como gusanos en busca de una salida a sus candidaturas». «Déjense de joder, tienen más fotos en Casa Rosada que los granaderos», lanzó el bonaerense cercano a Facundo Manes.
Además de De Loredo y Campero, a la mesa con los hermanos Milei también se sentaron Julio Cobos, Soledad Carrizo, Roxana Reyes, Atilio Benedetti, Pamela Verasay, Pablo Cervi, Lisandro Nieri, Federico Tournier, Francisco Monti, Picat y Arjol.
No sería la única cumbre para Milei. Por la noche recibió a sus ocho ministros y a otros funcionarios claves del Gobierno para repasar la agenda del año y encarar los próximos pasos. La situación del gendarme argentino en Venezuela, las vacantes en la Corte Suprema y el desdoblamiento de las elecciones porteñas fueron algunos de los temas.
Al terminar su la visita, De Loredo destacó la «templanza y paciencia» del Presidente, dijo que se mostró «agradecido con el bloque», y mencionó que hablaron de «reformas que quedaron en el tintero, como la reforma sindical». También dijo que la Casa Rosada buscará impulsar una especie de RIGI, pero para las pequeñas y medianas empresas y añadió que Milei les adelantó detalles de la «reforma tributaria» que anunció en la última cadena nacional.
Para el presidente de la bancada radical, su partido fue «el que más ayudó al gobierno», y paradójicamente recordó que «es el bloque que ha sido autor de las dos iniciativas que fueron convertidas en ley: la de financiamiento universitario y la «cuestión jubilatoria». Lo que omitió de Loredo es que diputados de su bloque también fueron los que ayudaron a voltearlas. El cordobés recordó la colaboración que hicieron para aprobar la Ley Bases y que fueron autores de la reforma laboral.
Por otra parte, De Loredo descartó que la UCR confluya en un interbloque con LLA, pero cuando fue consultado sobre qué los diferencia del oficialismo hizo agua y no pudo explicar bien. Con la voz titubeante esbozó «hemos marcado nuestras diferencias en el financiamiento educativo, en la cuestión previsional».
Según el dirigente radical, no se habló sobre la eliminación de las PASO, que Guillermo Francos había vuelto a poner sobre la mesa para las extraordinarias. «Son muy onerosas y pueden ser mucho más simples», dijo De Loredo.
Sobre el Presupuesto 2025 tampoco hubo definiciones. Con un dejo de resignación, De Loredo sostuvo: «ojalá que se pueda tratar. Es descabellado que la oposición quiera armarle el Presupuesto al gobierno como si fuera un presupuesto de Papá Noel. Pero también nos parece provechoso para el país que no carezcamos de Presupuesto». Para finalizar, aclaró: «Si, en el peor de los casos, lo que tiene que salir es el Presupuesto tal cuál lo envió el Ejecutivo, estamos dispuestos a votarlo».