La posible designación de Diego Kravetz como alto funcionario de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) puso en alerta al Congreso. A partir de las imágenes en las que aparece golpeando a un menor de edad detenido por la policía, cuando era subsecretario de Seguridad de la ciudad de Buenos Aires, los diputados Estaban Paulón y Mónica Fein le pidieron a la Comisión Bicameral Permanente de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia que intervenga de oficio y se interiorice sobre la causa por abuso de autoridad en curso, sin descartar inclusive que desde “las sombras” de la central de espías pueda estar obstaculizando esa investigación. Los sopapos a un joven inmovilizado por la policía durante el ejercicio de sus funciones “parecen tener la gravedad suficiente para afectar su idoneidad para actuar en el marco de la legalidad, el apego a los valores democráticos y el respeto a los derechos humanos en un Estado de Derecho”, advirtieron. El dirigente Juan Grabois, que patrocina legalmente una denuncia para que se investigue a Kravetz por vejaciones, apremios ilegales e incumplimiento de los deberes de funcionario público, le pidió por su parte a la Comisión que adopte las medidas necesarias para impedir su designación. Los diputados Martín Lousteau y Leopoldo Moreau, presidente y vice de la Bicameral, coincidieron en convocar a los firmantes de ambas presentaciones para escuchar sus argumentos.
El salto de Kravetz de la gestión de Jorge Macri a la SIDE lo anunció el martes por la noche el vocero Manuel Adorni, quien escribió en su cuenta personal en X que “será el Subsecretario de Inteligencia del Estado, el número 2 de Sergio Neiffert”, y “estará a cargo de coordinar las operaciones de las cuatro agencias de inteligencia”. Tal como explicó Moreau a Página/12, el cargo que mencionó el vocero dejó de existir por obra del propio gobierno libertario, que lo eliminó al reestructurar la ex Agencia Federal de Inteligencia por decreto. Luego del anuncio, Perfil difundió el video los puñetazos en una vereda del barrio de Palermo, registrados por la cámara de seguridad de un edificio. Ya sea por el rechazo que generaron las imágenes o por la inexistencia del cargo que apuntó el vocero en su tuit precoz, lo concreto es que no hubo noticias sobre el nombramiento formal en los días que siguieron.
“Si bien la designación no ha sido aún publicada en el Boletín Oficial, la gravedad de las imágenes difundidas y la existencia de una causa penal en curso tienen ‘a priori’ la entidad suficiente como para comprometer su idoneidad e integridad, de acuerdo con los estándares democráticos que deben exigirse a las máximas autoridades de un área tan sensible y que concentra altísimos niveles de poder”, plantean los diputados socialistas.
Paulón y Fein le piden a la Bicameral que se interiorice sobre la causa por abuso de autoridad radicada ante la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas 39 de la ciudad de Buenos Aires, de toda otra denuncia radicada en el fuero federal, de las actuaciones iniciadas por la Defensoría de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, y de toda actuación en trámite en el gobierno porteño con motivo de los sopapos de Kravetz al menor.
Si bien lamentan que la reforma por decreto de la central “implicó un retroceso en el mecanismo de designación de autoridades”, pues eliminó la exigencia de acuerdo del Senado prevista por ley en 2015, consideran que la Bicameral está “ampliamente facultada para intervenir de oficio” en el marco de la ley 25.520 cuando “se encuentran comprometidas las calidades que hacen a la integridad, idoneidad, el apego a las normas del Estado de Derecho y a los valores democráticos que requiere ineludiblemente el ejercicio del cargo”. La comisión que encabezan Lousteau y Moreau es responsable de “indagar y eventualmente echar luz sobre estos hechos, sin que ello implique un escrutinio sobre la eventual responsabilidad penal del funcionario, sino sobre una situación que pone en juego su idoneidad para el cargo”, explican.
Los diputados socialistas recuerdan que la SIDE es “un organismo con amplias facultades para utilizar el secreto de Estado, administrar gastos reservados, y adoptar medidas intrusivas sobre los derechos fundamentales de las personas, que pueden traducirse en actos ilegítimos, en franca violación a los derechos humanos”. “La actual situación de Kravetz ‘en las sombras’ –no está claro si ya se encuentra ejerciendo las responsabilidades como segunda autoridad en un escalafón que no existe en el organigrama de la SIDE– resulta sumamente preocupante porque tendría a disposición herramientas que le permitan obstaculizar cualquier tipo investigación, más si se tiene en cuenta que la reestructuración impulsada por el Poder Ejecutivo profundiza el sostenimiento absoluto del secreto de las actividades de inteligencia y la habilitación para que estos organismos se inmiscuyan en ámbitos privados sin controles adecuados”, advierten.
Grabois, en una hoja con membrete de Patria Grande y Argentina Humana, se dirige a la Bicameral “en nuestro carácter de ciudadanos y representantes de un amplio grupo de dirigentes y organizaciones comprometidas con la defensa de los derechos humanos, con el propósito de expresar nuestra profunda preocupación ante la posible designación de Kravetz”, fundada en “hechos gravísimos que comprometen su idoneidad para ocupar un cargo de tamaña responsabilidad”. Recuerda que el 17 de octubre “fue filmado golpeando brutalmente a un joven” detenido por policías de la ciudad, hecho denunciado por el diputado Itai Hagman y la legisladora Ofelia Fernández, entre otros. Según declaró la víctima, “una persona grandota” que por entonces no conocía lo golpeó reiteradamente mientras estaba esposado y reducido, haciendo caso omiso a su pedido de detenerse debido a problemas de salud, apunta.
“La gravedad de estos hechos no puede ser minimizada” pues Kravetz, como secretario de Seguridad porteño, “utilizó su posición para cometer actos de violencia en un claro abuso de poder”. “Este abuso de autoridad demuestra una preocupante falta de autocontrol y respeto por las leyes que está obligado a defender, evidenciando un comportamiento que lo inhabilita para dirigir las cuatro agencias de inteligencia de la Argentina”, sostiene Grabois, para quien “la posibilidad de que una persona con antecedentes de violencia y abuso de poder ocupe un puesto de tamaña responsabilidad representa un riesgo inaceptable para la transparencia, la legalidad y la seguridad de nuestras instituciones democráticas”. “El sistema de inteligencia nacional requiere de dirigentes que actúen con la más alta integridad y compromiso con los derechos humanos, condiciones que el Sr. Kravetz claramente no cumple”, concluye.