viernes, enero 3, 2025

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el ingreso real del agro cayó a mínimos de dos décadas, ¿cuáles son las tres causas del deterioro?

El sector agropecuario sufrió importante pérdidas durante el último tiempo. Mientras algunas empresas entran en default con sus proveedores, los analistas se dividen entre quienes ven la incubación de una crisis importante y quienes consideran que se trata de una situación excepcional, que se corregirá en 2025 por la mejora del contexto internacional y el cambio de rumbo a nivel local.

Según la consultora Facimex, el ingreso real del agro por sus tres principales cultivos (soja, trigo y maíz) se encuentra en su nivel más bajo de las últimas dos décadas.

La apreciación del tipo de cambio real, los precios internacionales y las retenciones son los factores que perjudican la rentabilidad del sector de acuerdo con los especialistas.

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Los tres factores que erosionan los ingresos del agro

En cuanto al primero de esos ítems, vale remarcar que los datos oficiales del Banco Central (BCRA) indican que en diciembre el tipo de cambio real multilateral (que compara el valor real del dólar en Argentina con el de sus principales socios comerciales) alcanzó su nivel más bajo desde noviembre de 2015. Esto implica que el país se vuelva caro en dólares y que las exportaciones domésticas se vuelvan menos competitivas.

Respecto de los precios internacionales, en el acumulado del año la soja sufrió un derrumbe del 23,3%, para situarse en torno a los u$s360 por tonelada, la cifra más baja en términos reales desde octubre de 2006. Variaciones más acotadas, pero negativas al fin, tuvieron el trigo (-12,3%) y el maíz (-3,4%).

Asimismo, en el agro aseguran que sufren una presión tributaria de entre 60% y 70% sobre la renta generada por su producción. «Cuando llueve bien y los precios son buenos el campo tiene grandes ganancias y puede ahorrar e invertir para ser tener más espalda y aguantar cuando llegan etapas de seca como las que tuvimos en 2023 o baja de precios como la que tuvimos durante el 2024. Con las retenciones, el Estado le quita al sector la posibilidad de ser más eficiente«, señaló en diálogo con Ámbito Aldo Abram, Director Ejecutivo de Fundación Libertad y Progreso.

La eliminación de las retenciones, la gran demanda del agro

Cabe recordar que el Gobierno prometió eliminar los Derechos de Exportación (DEX), más conocidos como retenciones, pero todavía no avanzó en ese sentido bajo la justificación de que el gasto público debe achicarse todavía más ya que, en este contexto, la supresión del mencionado tributo pondría en riesgo el tan mentado superávit fiscal. Frente a este panorama, persisten las dudas respecto de si la baja de impuestos se dará en 2025 o si será una cuestión de plazos más largos.

«No extraña que hoy en el campo estén complicados porque a los bajos precios y a las sequías se le sumaron las retenciones, que se usaron para financiar un gasto público que era insostenible. Hay que ver cómo achicando el gasto público y, por otro lado, usando el aumento de la recaudación que venga por la recuperación económica podés empezar a bajarle esa exorbitante presión tributaria«, acotó al respecto Abram.

Default de grandes empresas: ¿problema coyuntural o estructural?

En este contexto, en los últimos días se conoció que las compañías Surco, Agrofina y Los Grobo no pudieron afrontar sus vencimientos de deuda, lo cual pone en riesgo el normal funcionamiento de la cadena de pagos del rubro.

El economista Salvador Vitelli venía advirtiendo sobre esta situación hace tiempo. En agosto mostró cómo los márgenes netos para los productores por un campo alquilado daban negativo para la soja de primera y para el maíz tardío.

«Con estos derechos de exportación no cierra el número para sembrar. Que el margen sea negativo por cuestiones impositivas (ajenas al negocio per se), es imperdonable en una Argentina que necesita desesperadamente dólares y mayor actividad», remarcó en dicho momento.

Respecto de los problemas actuales, Abram los ve más como coyunturales que estructurales, en parte porque las empresas no esperaban que el Gobierno cambiase el rumbo económico como lo hizo. De cara al futuro, ve en la estabilidad macroeconómica, la reducción de retenciones y la recomposición de precios externos factores que pueden ayudar al agro en 2025.