05/01/2025 21:33hs.
Los clubes del fútbol argentino suelen tener mucha prudencia en sus cuentas oficiales durante los mercados de pases. En la generalidad de los casos, si la dirigencia pasa información a la prensa lo hace con reserva de la fuente. Se espera a que el contrato esté firmado para realizar el anuncio de una incorporación. Aunque lo que sucedió durante este fin de semana con Alvarado, equipo de la Primera Nacional, resultó muy grotesto. Aunque los marplatenses tuvieron originalidad para anunciar que se había caído un pase.
El sábado, el club había comunicado tanto en X como en Instagram la incorporación de Martín Batallini, delantero con pasado en San Miguel. Sin embargo, este domingo el futbolista fue anunciado como nuevo refuerzo de Talleres de Remedios de Escalada. ¿Qué hizo Alvarado? Editó un video en el que se mostraba el perfil del club en Instagram: primero expuso la imagen de cuando se informó el acuerdo con el futbolista, de 33 años, luego mostró que borraba la publicación y, para terminar, que le daba el unfollow.
En el posteo escribió: «Batallini dio marcha atrás y no viene a Alvarado. El delantero, que había confirmado su llegada y debía presentarse este domingo para sumarse a las prácticas, cambió de opinión y avisó que por cuestiones personales no será refuerzo del equipo de Alexis Matteo».
Y continuó así: «El ex San Miguel tenía acordado su contrato con el club y había dado el visto bueno para ser oficializado como nuevo jugador del Torito. Sin embargo, de manera desprolija, dio marcha atrás, no cumplió con lo pautado y este domingo fue presentado como refuerzo en otra institución«.
Y se finaliza: «De este modo, explicamos a nuestros hinchas y socios la situación y los motivos por los cuales no termina llegando un futbolista que fue anunciado como incorporación para la próxima temporada de la Primera Nacional».
Mirá el video
Club Alvarado –
El original anuncio de que se cayó un pase
Alvarado responsabilizó al delantero Martín Batallini por no cumplir su palabra.
Para la próxima, mejor esperar hasta después de que el futbolista ponga el gancho y el contrato esté bajo llave.