«James, ¿quieres ponerte la 10 de Boca? Tomá, póntela de una vez…”. Fue Mauricio Serna quien le tiró la 10 azul y oro con su nombre y luego lo hizo posar para una foto que se hizo viral. No fue todo. El hombre del Consejo de Riquelme dejó una frase que ahora mismo podría ser premonitoria: “Sería un sueño tenerlo… Y no deja de serlo”. Pues bien, de esa situación no pasaron ni dos meses. Por entonces, con el 10 entrenando en Boca Predio con la selección colombiana para la última doble fecha de las Eliminatorias, nadie podía imaginar que su nombre otra vez estaría vinculado al Xeneize tan pronto.
Pero en las últimas horas, su situación de conflicto con el Rayo Vallecano despertó el interés que Boca siempre tuvo en James. Encima, su segura salida del club español coincide, además, con la búsqueda de ese volante zurdo y desequilibrante que pretende Fernando Gago. Y entonces, lo que Chicho definió como un sueño, quizás ahora sí tenga más razones para hacerse realidad.
Para Boca, además, el nombre de James significaría dar un golpe en un mercado que se viene cocinando a fuego demasiado lento. De hecho, el contraste con River, que ya cerró a cinco refuerzos, dos de ellos pretendidos por Gago, empieza a tener su influencia en el ánimo de la gente. En ese sentido, el club publicó este domingo un video del entrenamiento y los hinchas, en los comentarios, ya empezaron a mostrar su descontento con la falta de refuerzos.
El 10 de Colombia, en ese caso, llenaría de un solo tiro varios de esos casilleros que hoy le reclaman a Riquelme y su Consejo: un jugador de jerarquía, de nivel internacional y de impacto. Además, claro, cumpliría con una necesidad que tiene Gago en el mediocampo, donde hoy no cuenta en el plantel con un jugador de sus características.
A favor de la negociación, un detalle no menor: la salida de Gary Medel y la doble nacionalidad obtenida por Advíncula abrieron el cupo de extranjeros. Por lo cual, Boca hoy estaría en condiciones de sumar al colombiano sin tener que hacer ningún movimiento extra en ese rubro.
James, un viejo deseo xeneize
Ahora bien, no es la primera vez que James suena en Boca. De hecho, su nombre estuvo en el radar en junio del año pasado, antes de que firmara justamente con Rayo Vallecano, luego de quedar libre de San Pablo. Por entonces, desde el Consejo también lo llamaron y la respuesta del colombiano tuvo un argumento familiar: que como su pareja es modelo y viaja mucho a Europa, prefería aprovechar alguna chance de jugar en el Viejo Continente.
Y así se mudó a Madrid, aunque terminó teniendo una experiencia decepcionante. Llegó como una de las grandes figuras de la Copa América y jugó poco: apenas siete partidos entre Liga y Copa del Rey, uno solo de titular y sin goles convertidos.
Por todo eso, hoy está de salida y volverá a quedarse con el pase en su poder, algo que sin dudas facilitaría su llegada. De hecho, así arribaron a Boca figuras de Europa como Cavani, Rojo y Romero, por citar algunos.
Por lo pronto, la representación del jugador colombiano ya está trabajando en la rescisión de contrato con el club español. Incluso, desde que se fue de licencia por las Fiestas, James no volvió a presentarse a entrenar. Por lo cual, está claro que su ciclo en España está cumplido. Y ahora, se abre el abanico de interesados, que por la calidad de Rodríguez no son pocos.
Eliminatorias Sudamericanas –
Gol de James Rodríguez de penal a Argentina por Eliminatorias
@TyCSports
Uno de los que ya levantó el teléfono fue Junior de Barranquilla, quien jugará la Copa Sudamericana. Por lo cual, desde ese lugar, no sería una competencia para Boca, que puede ofrecerle a James ser parte de la Copa Libertadores y también del Mundial de Clubes, donde puede ser otra de las caras del club en ese torneo top junto con Cavani.
Por lo pronto, entonces, la situación de James alimenta la expectativa de que Boca pueda meter un verdadero bombazo en este mercado con una figura top. Por ahora, su situación ayuda a que Riquelme lo apunte otra vez y busque sumar a otra figura internacional a su plantel. Y a Gago le vendría bien para incorporar a ese volante creativo zurdo que entiende que el equipo necesita.