Este jueves se reunió el directorio del Banco Central y lo más destacado que quedó de ese encuentro es que, por el momento, decidió no avanzar con una baja de tasas. Es decir, no disminuyó la variable que afecta directamente a la renta de los plazos fijos tradicionales, que era una medida que se esperaba desde el martes pasado, tras conocerse el dato oficial de inflación y del anuncio de que disminuirá el ritmo de devaluación del tipo de cambio.
«No se tomó ninguna medida respecto a la tasa de interés en la reunión del directorio de este jueves», indicaron fuentes del BCRA a iProfesional.
Es que el último dato de inflación difundido por el INDEC el martes pasado, respecto a que en diciembre el índice de precios al consumidor (IPC) fue de 2,7%, llevó al Gobierno a anunciar que a partir de febrero la devaluación lenta del dólar oficial (crawling peg) bajará del 2% mensual actual hasta el 1%.
El motivo de esta medida es acentuar el «ancla» sobre los precios de la economía y poner en línea a las principales variables de la economía.
Por eso, desde el mercado, se daba por descontado que este jueves el Banco Central iba a reducir la tasa de interés de referencia para poner los rendimientos en pesos en la misma sintonía que el resto de las variables.
Cuándo bajaría la tasa el BCRA
La especulación ahora es que lo realizaría antes de fin de mes, en la previa a que empiece a correr el nuevo ritmo menor de crawling peg, como estrategia conjunta, para que el carry trade no sea «tan alto» ante la baja de la tasa de devaluación. Es decir, para que la renta en pesos no sea mucho más alta que el porcentaje que varía el dólar oficial, y no haya un desequilibrio.
Cabe recordar que el BCRA ya había bajado dos veces a la tasa de referencia, en noviembre y a principios de diciembre. Primero la redujo de 40% a 35%, y en la segunda oportunidad la disminuyó nuevamente de 35% a 32% anual.
Según los economistas relevados por iProfesional, se estima que el inminente nuevo descenso de la tasa de interés de política monetaria sería en torno a los 400 puntos básicos. Por lo que se posicionaría en torno al 28% de TNA.
Por ende, esta disminución afectará de manera directa a la renta que paga un plazo fijo bancario. Sucede que si bien la tasa de política monetaria no regula de manera directa el rendimiento del plazo fijo, hoy es una referencia clave para entidades bancarias
Las tasas de interés que hoy ofrecen las colocaciones minoristas de los principales bancos líderes a 30 días, que es el tiempo mínimo de encaje requerido para los fondos, es de alrededor de 27,5% a 28% de TNA.
Por lo tanto, el rendimiento mínimo recibido en un mes ronda el 2,3%.
Además, una baja de la tasa de interés de referencia, con el correr de los días, se trasladará a la renta que pagan las billeteras digitales por dejar dinero en la cuenta remunerada, como también en los fondos comunes de inversión (FCI) de money market, que hoy otorgan alrededor de 30% a 32% de TNA.
Es que estos instrumentos de las fintech, que en casi todos los casos son fondos comunes, tienen en sus carteras plazos fijos de bancos y cauciones, ambos influenciados por la tasa de política monetaria.
Medidas que influyen en las tasas y plazos fijos
El alerta que trae entre los ahorristas esta esperada baja en la tasa de interés de referencia que afectará a los plazos fijos, es que la inflación de diciembre pasado fue de 2,7%, un nivel superior a la renta que hoy ofrece un depósito bancario.
Para los próximos meses descendería levemente pero no sería suficiente, ya que según el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) que publicó días atrás el Banco Central, en base a una encuesta efectuada entre unos 40 economistas, se proyecta que habría un incremento del índice de precios al consumidor (IPC) en enero de 2,5% y para febrero que viene de 2,3%.
Es decir, de sostenerse dichos pronósticos, el plazo fijo tradicional perdería frente a la inflación en lo inmediato con la tasa actual.
El tema que generó dudas entre los economistas es que el dato de inflación de diciembre de 2,7%, difundido el martes pasado por el INDEC, es que se ubicó por encima del 2,5% indicado por el Gobierno como la cifra «ideal» que le permitiría bajar las otras referencias.
En tanto, también ese mismo día se anunció por parte del Banco Central que a partir de febrero habrá una menor devaluación oficial, ya que descenderá el ritmo de depreciación de la moneda desde 2% al 1% mensual.
Según la autoridad monetaria, se decidió por esta medida por la «consolidación observada en la trayectoria inflacionaria durante los últimos meses, y en las expectativas de baja de la inflación».
Y agregó el BCRA: «En un contexto de recuperación de la actividad económica y aumento estacional de precios, tanto la inflación de los últimos meses como las observaciones de alta frecuencia confirman una inflación observada a la baja y por debajo de las expectativas relevadas en el mercado. El ajuste para el tipo de cambio continúa cumpliendo el rol de un ancla complementaria en las expectativas de inflación».
Por eso es otra medida que enciende más la polémica sobre la acentuación del atraso cambiario, en un momento en que el precio del dólar libre se encuentra planchado en todo enero. Por lo que si se lo mide desde la rentabilidad, pierde versus las tasas de colocaciones en pesos, e incentiva el carry trade financiero.
Por ese motivo, los economistas esperaban que este jueves ya se anuncie una baja en la tasa de política monetaria, para que todas las variables vayan en la misma línea con la menor inercia devaluatoria.
Aunque, al comenzar esta última medida vinculada al tipo de cambio oficial en febrero, todavía puede anunciarse el descenso en la renta en pesos antes de fin de mes.
En resumidas cuentas, los economistas están viendo que estas medidas tienen cierto riesgo, porque el escenario de mayor baja inflacionaria no es tan claro.
«El Gobierno había anticipado que si la inflación daba en torno a 2,5% mensual bajaba, al menos, el crawling peg. Pero ante el dato publicado de 2,7%, no parecería lo más prudente ante la apreciación del tipo de cambio y con una inflación mayor que en noviembre, pero igual el oficialismo avanzó en ese sentido», resume a iProfesional Pablo Repetto, jefe de Research en Aurum.
En ello, coincide Fernando Baer, economista de la consultora Quantum: «En principio está por encima de lo esperado la inflación como para una baja de ambas tasas, aunque sigue siendo una desaceleración, considerando la estacionalidad de diciembre. Por eso, me inclinaba a pensar que sí, que el BCRA iba a avanzar en esa línea de baja de tasa y de devaluación de la moneda, pero lo hubiese tenido algo más claro si la inflación de diciembre hubiese estado en 2,5% o, inclusive, algo por abajo».
Por último, Lorenzo Sigaut Gravina, director de Análisis Macroeconómico de Equilibra, opina: «Está muy finita la decisión, diría que en el fleje, porque creo que tenía tanto excusas para concretar estas bajas de las variables como también para dilatar y no forzar a que baje la devaluación mensual de 2% a 1%».
Incluso, reflexiona que todavía puede «haber dudas de la baja de la inflación, porque hay apreciación cambiaria y en el mundo todas las monedas están devaluando y se está apreciando mundialmente el dólar. Entonces, quizás no es el mejor momento para equivocarse en ese sentido y seguir profundizando el atraso cambiario», finaliza a iProfesional.-