A 30 años del primer Sudamericano Sub 20 que dirigió José Pekerman –su mandato cambió la historia de las Juveniles de Argentina–, la Selección vuelve a salir a la cancha al mismo torneo de la mano de, justamente, un ex dirigido por José: Diego Placente.
Un campeonato complejo, que clasifica a cuatro selecciones al Mundial de Chile, pero que tendrá la particularidad de que la Albiceleste compartirá la zona más dura en la fase inicial: se medirá con Brasil -el debut-, Colombia, Bolivia y Ecuador. Pasan al hexagonal final tres de los cinco, pero en la retina está el pésimo recuerdo del 2023 (el equipo de Mascherano no pasó la primera ronda).
Placente, que venía trabajando en la Sub 17, se hizo cargo de agarrar la Sub 20 ante la sorpresiva salida de Masche al Inter de Miami. Al estar en la estructura y conocer a la mayoría de los pibes por haberlos tenido en las categorías más chicas, el cambio de timón en el medio del río fue menos grave de lo esperado.
Y la Selección llega armada al torneo, con rodaje en amistosos, con buena preparación previa, con todos los clubes entregando a sus jugadores (salvo Chelsea con Aaron Anselmino) y hasta con la chance de contar con Julio Soler y Claudio Echeverri, recientemente transferidos a la Premier League.
El proyecto Selección, eso que tan bien funciona en nuestro fútbol, sigue firme. Los dirigentes apoyaron y, por ejemplo, Mastantuono (River), Milton Delgado (Boca), Hidalgo (Independiente), Ramírez (Argentinos) y Andino (Godoy Cruz), todos jugadores con muchos minutos en Primera, están en Venezuela para tratar de llevar a Argentina a un nuevo Mundial de la categoría, de la que es el máximo ganador con seis títulos (cinco conseguidos en la era Pekerman-Tocalli).
Argentina buscará ser protagonista y también mantener bien en alto otro de los preceptos del cuerpo técnico: la buena conducta. Será una primera fase muy difícil, con partidos cada 48 horas, y con la presión de que alguno de los seleccionados candidatos no llegará al hexagonal ni al Mundial. Pero es un equipo que ilusiona por nombres y por la idea de Placente