Frente a las fuertes presiones del staff del Fondo Monetario Internacional (FMI) para que el Gobierno devalúe el peso frente al dólar y en medio de la negociación de un nuevo acuerdo con el organismo el presidente de la Nación Javier Milei y el ministro de Economía Luis Caputo optaron por una solución que tomó por sorpresa a los operadores del mercado financiero local y de Wall Street.
Es lo que los libros de economía describen como «Devaluar sin Devaluar» y que consiste en mejorar el tipo de cambio efectivo de exportación para un determinado sector a través de la baja de algún impuesto.
En este caso una reducción de las retenciones agropecuarias o el llamado impuesto a las exportaciones.
Lo importante es que la anunciada baja de las retenciones al sector agroexportador se tradujo ayer en una baja de la cotización del dólar blue y de los dólares alternativos financieros como dólar Contado con Liquidez (CCL) y el dólar MEP.
El dólar «blue» bajó 15 pesos o 1,2% el viernes y cerró a es $1.225 para la venta. En la semana pierde diez pesos o 0,8 por ciento.
El dólar mayorista por su parte aumentó 50 centavos en el día, y cerró a 1.049 pesos, lo que dejó la brecha cambiaria en el 16,7 por ciento.
«En la semana que acaba de finalizar el tipo de cambio mayorista subió 5 pesos, apenas por encima de los 4,50 pesos de aumento en la semana anterior», explicó a iProfesional el experto Salvador Distefano.
En tanto que los valores bursátiles del dólar bajaron ayer ante la expectativa del mercado de una mejora en el volumen de liquidación de exportaciones por parte del sector agro exportador por la rebaja de retenciones dispuesta a partir del 27 de enero.
El dólar CCL cerró a $1.143, con una pérdida en torno a los 40 pesos o un 3,5%, mientras que el dólar MEP finalizó a $1.130, en su nivel más bajo desde el 17 de diciembre del año pasado.
Los datos positivos para el Gobierno
Pero ayer se conocieron dos datos muy positivos para el Gobierno que fueron festejados por el equipo económico. En primer lugar, el Tesoro logró renovar el 64 % de la deuda en pesos que vencía entre mayo y noviembre próximo, lo que representa un total de unos 14 billones de pesos o el equivalente a unos 14.000 millones de dólares que se tiran para adelante.
En segundo término, la calificadora de riesgo Moodys mejoró la calificación de la deuda de largo plazo lo que implica un gran avance para continuar reduciendo el riesgo país que ayer cerró en los 631 puntos básicos.
Moody’s elevó la calificación de la Argentina como emisor a largo plazo, tanto en moneda extranjera como en moneda local desde «Ca» a «Caa3». Además, mejoró la perspectiva para el país desde estable a positiva.
En lo que respecta a la reducción de las retenciones las de la soja se reducirán en 7 puntos porcentuales, quedando en 26%; las de aceite y harina de soja, en 6,5 puntos, al 24,5%; y las de trigo, maíz, cebada y sorgo en 2,5 puntos, en 9,5 por ciento. Para el girasol, se reducirán también en 2,5 puntos porcentuales, a 5,5 por ciento.
Asimismo, la percepción de los derechos de exportación sobre productos de las economías regionales será eliminada de forma permanente, por lo tanto, se beneficiarán la industria vitivinícola, la de la fruta, la aceitunera y otras de economías regionales que fueron muy golpeadas en el Gobierno de Alberto Fernández.
La reducción de las retenciones anunciada el jueves pasado se conoció dos semanas antes de la reunión programada entre el ministro de Economía Luis Caputo y la Mesa de Enlace agropecuaria, que había planteado como uno de los puntos a discutir en el Palacio de Hacienda, la necesidad de una baja inmediata en los derechos de exportación en un contexto crítico para el sector.
De acuerdo a cálculos del Gobierno, a los que accedió iProfesional, habrá una reducción de la recaudación tributaria por un monto equivalente a un 1,5 % del PBI lo que representa menos de la mitad del superávit financiero del 2024.
El Gobierno redobla la apuesta contra las provincias y municipios
El Poder Ejecutivo decidió redoblar la presión sobre gobernadores e intendentes para que apliquen sus propios recortes en el nivel de presión impositiva y dará a conocer la letra chica de la medida este próximo lunes cuando se publique el decreto oficial. Por lo tanto, habrá un pedido a las provincias para que empiecen a bajar impuestos distorsivos como Ingresos Brutos y otros específicos que cobran gobiernos provinciales y municipios.
El costo fiscal de la medida será de unos 800 millones de dólares, de acuerdo a lo que estima la consultora Analytica y equivale a 0,13% del Producto Bruto Interno (PBI).
Esto representaría poco menos de la mitad del superávit financiero que registró el sector público nacional en 2024 (0,3% del PBI).
El ministro Caputo mencionó que para eliminar por completo todo ese gravamen el Estado nacional debería contar con USD 8.000 millones de superávit fiscal.
Caputo aprovechó el anuncio de baja de retenciones para volver a mencionar en su cuenta de la red social X que este recorte en derechos de exportación implicará una mejora recaudatoria de tributos que son coparticipables, por lo que derramará a través de mayores Transferencias Automáticas a las arcas de los gobernadores e intendentes.
«Un mensaje para todos los sectores: sería bueno que todas las exigencias o reclamos se concentren a nivel de provincias y municipios«, lanzó Caputo para insistir en el pedido del Gobierno de bajar impuestos distorsivos y tasas municipales.
El anuncio de una «baja temporal» de las retenciones, así la definió el ministro de Economía Luis Caputo, se da en medio de una negociación técnica con el FMI, que suele presionar para que los gobiernos hagan un fuerte ajuste fiscal, por lo general que bajen el gasto público y suban impuestos, que mejoren el tipo de cambio.
Las tratativas para cerrar un acuerdo con el FMI
Esto se da en medio de las tratativas para lograr que haya un nuevo acuerdo que permita un préstamo superior a unos 11.000 millones de dólares una de las condiciones para poder eliminar este año el cepo cambiario.
Pero lo cierto es que el Gobierno de Milei hizo el mayor ajuste del gasto público de la historia argentina, eliminó el Impuesto PAIS y en vez de devaluar el peso frente al dólar como solicitaba el staff del FMI, Milei optó por mejorar el tipo de cambio efectivo del sector exportador empezando a bajar uno de los impuestos más distorsivos que son las retenciones al sector agroexportador.
No hubo anuncios oficiales sobre ninguna modificación, por ejemplo, en el dólar blend, un tipo de cambio diferenciado que suele objetar el staff del organismo y de hecho Caputo, salió el jueves a asegurar que «el acuerdo con el FMI se va a cerrar en los próximos meses».
Con respecto al nuevo mecanismo para liquidar las retenciones el secretario de Comercio Pablo Lavigne explicó que para acceder al beneficio «se va a poder optar por una Declaración Jurada de Venta al Exterior (DJVE) particular, a los 5 días habrá que pagar el derecho de importación y a los 15 días hábiles va a haber que liquidar los dólares correspondientes al BCRA.
En el caso de aquellos cultivos o productos que no tengan DJVE, «el embarque será el instrumento de realización del beneficio» explicó Lavigne.
El funcionario ratificó que todo este mecanismo estará operativo para los exportadores a partir del próximo lunes 27 de enero. También se podrá optar por no utilizar el beneficio y liquidar en plazo normal.
Por el momento hay detalles que todavía no están resueltos y pasan por la implementación de la medida.
El campo se queja de que la quita de retenciones sea temporaria
En el sector exportador advierten que la condicionalidad de liquidar las exportaciones a los 15 días para acceder al beneficio, mientras se mantiene la posibilidad de liquidar dentro de los 30 pero sin la baja de retenciones, no se puede aplicar porque el precio en pizarra es uno solo.
«La pizarra de trigo tiene un precio que ya descuenta el 12,5% de retenciones, pero ahora depende porque si el exportador elige el plazo más corto sería del 9,5%», explicó un empresario cerealero a iProfesional.
En relación a la situación del campo hubo varios informes en los últimos días que plantearon la situación crítica que atraviesa el sector agropecuario.
«En el mercado internacional (Chicago) la soja promedió USD 361 la tonelada en diciembre 2024», lo que implicaría un precio 27% por debajo del promedio entre 2002 y 2023 (491 dólares), y su nivel más bajo desde 2006, señaló en su último informe la Fundación Mediterránea. En el mercado local, la caída del poder adquisitivo de ese cultivo rondaría un 30 por ciento.
«En las últimas dos décadas el precio del grano sólo estuvo por debajo de los valores actuales en algunos pocos meses de los años 2015 y 2017», estimó.
La institución calculó, en otro trabajo, que en 2024 los derechos de exportación aportaron entre 1 y 1,1% del PBI. «Desde su restablecimiento en 2002 y hasta 2023, representó entre el 2,6% y el 13,4% de los recursos tributarios totales del gobierno nacional, equivalente a entre 0,6% y 3,1% del PIB.
En 2024, se estima que la recaudación se ubicaría entre 1% y 1,1% del PIB. Estas magnitudes, en un contexto que demanda redoblar esfuerzos en materia de sustentabilidad fiscal, resultan el principal escollo de cara al objetivo de eliminar las retenciones» consideraron desde Fundación Mediterránea.
Ese centro de estudios mensuró el impacto en la carga tributaria total para el sector. En la zona núcleo, los derechos de exportación representarán el año que viene el 44% de un peso tributario total de 64% de la renta agrícola (el resto son 15% de Ingresos Brutos y un resto menos de Sellos, Cheque, impuesto a las Ganancias e inmueble rural). Para la zona extrapampeana será en 2025 el 57% del 74% total de la renta alcanzada por carga tributaria. EL estudio de la Mediterránea agrega que desde el 2.002 al 2.024 el sector agroexportador le pagó el Estado en concepto de retenciones unos 200.000 millones de dólares.
Para avanzar en una disminución adicional de los impuestos, el Poder Ejecutivo estima que sería necesario un incremento en la recaudación tributaria equivalente a más de un punto del PBI en 2025, alineado con un repunte de la actividad económica.
Una proyección del Ministerio de Economía sugiere que un crecimiento del PBI de 5% en 2025 podría generar una recaudación adicional de hasta 1,2 puntos del PBI. Sin embargo, el consenso del mercado reflejado en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del BCRA que anticipa una expansión superior al 4 por ciento.
«Va a ser un proceso, no tenemos el superávit para hacerlo. No podemos comprometer el esfuerzo de todos los argentinos para llegar a donde hemos llegado», planteó Caputo.
El Gobierno decidió así anticiparse y sorprender con una baja que, aseguran en los despachos oficiales, fue trabajada desde fines de 2024 en el Ministerio de Economía. En lo práctico,
mencionaron que el decreto que oficializará los cambios en el esquema de retenciones se conocerá el lunes mismo en que estarán vigentes las nuevas alícuotas para empezar a avanzar en una futura eliminación total de las retenciones que se podría producir antes que Milei finalice su mandato diciembre de 2027.