Más de 200 representantes indígenas de Argentina, Bolivia, Chile y Perú repudiaron los impactos
sociales y ambientales adversos que la minería de litio está generando en sus territorios. Fue
durante la primera Cumbre Intercultural Andina de Comunidades afectadas por la explotación del
litio, realizada del 17 al 19 de enero en la provincia de Jujuy.
El encuentro, realizado con el apoyo del Indian Law Resource Center, contó con la participación de representantes de comunidades indígenas afectadas por minería de litio en los cuatro países. «Desde hace más de una década el territorio ancestral empezó a ser codiciado hasta convertirse en el Triángulo del litio. Magnates como Elon Musk y empresas de países como Alemania y China, aterrizan amenazando con destruir una forma de vida tranquila», dijo Verónica Chavez, quien desde hace 12 años detiene el avance de las mineras y por eso se autodefine como guardiana del agua de las salinas.
Durante la Cumbre los representantes de las comunidades expusieron sobre la difícil realidad que
enfrentan en sus territorios y expresaron unánime rechazo a los graves impactos ambientales,
sociales y culturales provocados por la minería de litio. En particular, con relación con los impactos ambientales señalaron que la actividad minera ha generado una preocupante escasez de recursos
hídricos, atribuida al uso desmedido de agua por parte de las empresas, sin que exista un control
efectivo por parte de los gobiernos.
«Para nuestros Ayllus y Markas, el agua vale más que el litio», manifestó Pablo Salas Charcas,
líder de la comunidad Ipokate Ayllu Lampa Puno, Confederación Nacional de Comunidades
Afectadas por Minería e Hidrocarburos del Perú.
La Cumbre abordó la crítica situación que enfrentan las comunidades ubicadas en el Triángulo del litio», zona transfronteriza entre Argentina, Bolivia y Chile, la cual constituye la
reserva de litio más grande del mundo. En especial, los representantes de las comunidades ubicadas
en Jujuy resaltaron la falta de consulta previa como práctica estatal
violatoria de derechos protegidos por el derecho internacional, incluyendo la falta de consulta antes
de la emisión de licencias mineras, el no uso de protocolos de consulta elaborados por las mismas
comunidades –como el de Kachi Yupi–, y la falta de consulta ante la adopción de medidas legislativas
regresivas, tales como la reforma de la Constitución de la Provincia de Jujuy.
Todo estas acciones son desplegadas para facilitar la extracción de litio en tierras bajo posesión de las comunidades.
«Los pueblos originarios somos la piedra fundamental para el buen vivir del mañana», declaró
Efrain Quispe, líder del Consejo de Gobierno de Marka Tahua de Bolivia.
Al término del encuentro, realizado en El Moreno, los representantes indígenas firmaron una contundente declaración:
* Exigencia de la consulta previa, libre, informada y vinculante, con respeto por los protocolos comunitarios.
* El rechazo a una transición energética que perpetúa el despojo, la contaminación y el sacrificio de los pueblos originarios en nombre del desarrollo global.
* La reafirmación de la unidad de los pueblos andinos como guardianes históricos de la Pachamama.
En ese documento denunciaron que los impactos de la actividad minera incluyen, entre otros, la
ruptura de la cohesión social existente en las comunidades indígenas como resultado de procesos
de consulta inadecuados y corruptos; y la amenaza y coerción permanente contra sus representantes
y voceros a fin de callarlos e impedirles que informen a la opinión pública y a la comunidad
internacional sobre la grave situación por la cual atraviesan las comunidades.
«Los pueblos indígenas, en pleno ejercicio de nuestros derechos colectivos a libre determinación
y a la propiedad colectiva de las tierras bajo posesión de nuestras comunidades, tenemos poder
absoluto de decidir sobre toda actividad que afecte, de una u otra manera, a nuestras comunidades,
tierras, territorios y recursos naturales», afirma el documento. «Nos
identificamos como un único pueblo andino, sin división alguna establecida por límites fronterizos
y/o afectación directa o indirecta de los proyectos de minería de litio, compartimos los mismos
problemas provocados por la minería y el racismo, y adoptaremos acciones conjuntas para la
protección de nuestra Madre Tierra Pachamama», expresa la declaración unitaria.
Este sentimiento de unidad se reflejó en la declaración de Jimena Cruz Mamani, representante del
Consejo de Pueblos Atacameños en Chile. «Las comunidades indígenas no
queremos ser parte de una transición energética que genera despojo territorial, contaminación y
pérdida de fuentes de agua». Como parte de la declaración final, las comunidades coincidieron en exigencias claras dirigidas a
diferentes actores involucrados en la explotación del litio:
* A los gobiernos nacionales, exigen la titulación inmediata de las tierras bajo posesión de las
comunidades indígenas, rechazando cualquier intento de alterar las mediciones originales de las
tierras ancestrales.
* Además, demandan la realización de procesos de consulta previa vinculantes
de acuerdo a los más altos estándares de derecho y política internacional aplicables antes de la
emisión de licencias mineras, respetando los protocolos de consulta elaborados por las propias
comunidades y garantizandoles su derecho a la libre determinación y autogobierno.
* A las empresas mineras y países interesados en la extracción de litio, el estricto cumplimiento
de los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos de Naciones Unidas y las políticas
sobre pueblos indígenas de instituciones financieras internacionales, tales como aquellas
pertenecientes al Grupo del Banco Mundial y del Grupo del Banco Interamericano de Desarrollo.
Demandan además que se abstengan de cualquier acción que vulnere sus derechos colectivos sobre
sus tierras, territorios y recursos.
Finalmente, hacen un llamado a la comunidad internacional para que repudie y desestime toda
actividad minera de litio que viole los derechos colectivos de las comunidades indígenas,
exigiendo la elaboración de un instrumento de derecho internacional que, con participación
indígena, establezca obligaciones específicas para la protección de sus derechos en el marco de
procedimientos mineros y evaluaciones de impacto ambiental y social.
Esta cumbre se organizó como parte de las acciones de incidencia que Indian Law Resource Center
(ILRC) viene realizando junto a las comunidades cuyos derechos colectivos y territoriales están
siendo afectados. En septiembre de 2024, ILRC facilitó que líderes indígenas Collas y Ocloyas de
de la Provincia de Jujuy participaran en el marco de la 57ª sesión del Consejo Derechos Humanos
de la Organización de las Naciones Unidas en Ginebra, donde denunciaron violaciones de sus
derechos colectivos, especialmente aquellas relativas a la minería de litio en sus tierras y territorios.
El sistema de protección de derechos humanos también fue materia de discusión en la Cumbre.
Las funcionarias de la Oficina el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos
Humanos, en el marco del Proyecto Conducta Empresarial Responsable, enfocaron la discusión
en los mecanismos e iniciativas existentes en el Sistema de Naciones Unidas para abordar
preocupaciones en torno a la violación de derechos por empresas públicas y privadas, incluyendo
empresas de minería de litio. James Anaya, ex relator de Naciones Unidas sobre los Derechos de
los Pueblos Indígenas, dialogó con los representantes indígenas sobre acciones de seguimiento a
las recomendaciones hechas en el informe sobre su visita a Argentina, incluyendo la Cuenca de
Salinas Grandes y Laguna de Guayatayoc en la Provincia de Jujuy.
Durante la Cumbre también fue realizado el lanzamiento de la campaña #AquíEstamos, una iniciativa de los comunicadores de comunidades indígenas de Cuencas de Salinas Grandes y Laguna de
Guayatayoc, lugar donde hicieron una sesión fotográfica. El objetivo de la campaña es visibilizar el derecho de los pueblos indígenas a ser
consultados en las decisiones que afectan a sus comunidades, así como poner en agenda los
impactos adversos que la extracción del litio ya está generando en los territorios donde viven.