En la primera rueda de la semana, el dólar blue se vende este lunes con una baja de diez pesos, a $1.215 en las cuevas del microcentro porteño. En el segmento bursátil, el dólar contado con liquidación (CCL) se negocia a $1.168, mientras que el dólar MEP opera en $1.155.
En un contexto económico marcado por desafíos estructurales y coyunturales, las recientes medidas del Gobierno orientadas al sector agropecuario y al mercado cambiario plantearon tanto oportunidades como riesgos significativos. Según expertos de consultoras económicas y sociedades de bolsa, la reducción de retenciones y la intervención cambiaria fueron estrategias diseñadas para aliviar tensiones en la economía real y fomentar la liquidación de divisas, pero su implementación dejó al descubierto serias interrogantes sobre la sostenibilidad fiscal, cambiaria y climática.
La reducción de retenciones, que incluye eliminaciones permanentes para algunas economías regionales y ajustes temporales para cultivos clave como la soja, el trigo y el maíz, fue destacada como un alivio necesario frente a la caída de precios internacionales y la prolongada sequía. Sin embargo, analistas advirtieron que esta política también implicó costos fiscales directos que, en un contexto de debilidad en las cuentas públicas, podrían agravar el panorama económico general. A su vez, señalaron que la volatilidad cambiaria, sumada a las presiones electorales del segundo semestre, aumentaba la incertidumbre respecto a los efectos de estas medidas en el mediano plazo.
En paralelo, la estrategia del Banco Central para estabilizar el mercado cambiario, que incluyó una intervención récord en la venta de dólares, buscó contener la brecha cambiaria y mitigar presiones inflacionarias. No obstante, fuentes de mercado señalaron que esta política, aunque efectiva en el corto plazo, podría tensionar las reservas internacionales, especialmente ante el riesgo de liquidaciones menos sostenidas por parte del agro en la segunda mitad del año. Además, advirtieron que la persistencia de un tipo de cambio real bajo limitaba la competitividad estructural, condicionando la capacidad del país para captar divisas de forma sostenible.
Por su parte, el análisis de los riesgos y oportunidades en el carry trade reflejó las tensiones subyacentes en el mercado financiero. Si bien la estabilidad del contado con liquidación (CCL) incentivó estrategias de inversión en pesos, los expertos alertaron sobre el bajo margen de rentabilidad y los riesgos de una eventual corrección cambiaria. Este escenario evidenció los desafíos inherentes de competir con monedas internacionales y mantener un esquema de incentivos atractivo en un entorno financiero cada vez más volátil.
En definitiva, aunque las medidas apuntaron a estabilizar sectores clave de la economía, el panorama general dejó en claro que los riesgos de corto y mediano plazo no solo persisten, sino que se ven amplificados por factores externos como el cambio climático, los precios internacionales y la incertidumbre electoral. La sostenibilidad de estas políticas dependerá, en última instancia, de la capacidad del Gobierno para gestionar estas tensiones y equilibrar las demandas de los diferentes sectores económicos.
Los costos y beneficios de la baja de retenciones
La consultora económica Ecolatina destacó en un informe reciente los costos y beneficios asociados a la reciente baja de retenciones anunciada por el Gobierno. La medida, que busca apoyar al sector agropecuario y fomentar la liquidación de divisas, se dio en un contexto de precios internacionales a la baja, sequía y condiciones financieras desafiantes para los productores.
Según Ecolatina, la reducción de las retenciones abarca dos aspectos principales: por un lado, la eliminación permanente de retenciones para las exportaciones de economías regionales (como tabaco, azúcar y algodón) y, por otro, la reducción temporal para cultivos clave como soja, trigo, maíz y girasol. En este marco, la consultora subrayó que «la decisión responde a la caída en los precios internacionales y las condiciones climáticas adversas que impactan negativamente en el sector».
El informe señaló que los precios internacionales de la soja han mostrado una leve recuperación desde mediados de enero, situándose cerca de los 390 u$s por tonelada, aunque continúan lejos de los más de 460 u$s por tonelada alcanzados un año atrás.
Además, el tipo de cambio real se encuentra apenas un 6% por encima de diciembre de 2023, lo que, combinado con la caída en los precios internacionales, genera menores niveles de competitividad para los productores locales.
Un alivio para el sector agropecuario con consecuencias mixtas
A su turno, la sociedad de bolsa GMA Capital también analizó las recientes medidas del Gobierno enfocadas en el sector agropecuario, destacando su impacto tanto en la economía real como en el mercado cambiario.
GMA Capital enfatizó que esta política apunta en la dirección correcta, ya que las retenciones son consideradas un «impuesto distorsivo que obstaculiza la inversión y la expansión de varios cultivos».
Además, subrayó que el contexto de precios internacionales bajos, costos crecientes en dólares y un riesgo de sequía hacían urgente esta medida. Sin embargo, también advirtió sobre los efectos negativos inmediatos, como una pérdida de recaudación estimada en u$s 800 millones (0,12% del PIB) y una desinflación más lenta debido al aumento de precios en alimentos derivados.
Por otro lado, la entidad destacó que el impacto positivo podría observarse en un adelanto de liquidaciones por parte del agro, lo que beneficiaría tanto al Tesoro como al Banco Central, al generar una mayor oferta de divisas en el mercado cambiario oficial y financiero.
Efectos en el mercado cambiario
Ecolatina alertó sobre el impacto fiscal de la medida, que equivale a un 0,14% del PBI, en un contexto en el que las cuentas públicas enfrentan un panorama desafiante. «La ausencia de ingresos extraordinarios, como el Impuesto PAIS, aumenta la necesidad de una recuperación más robusta de la actividad económica para compensar la menor recaudación fiscal», detalló el informe. A pesar de ello, destacaron que el superávit fiscal registrado en 2024 ofrece cierto margen para implementar medidas de apoyo.
Por otro lado, las condiciones climáticas empeoran el panorama. Según el informe, las lluvias de enero se ubicaron entre las más bajas registradas para el mes, afectando la condición de los cultivos. En el caso de la soja, el porcentaje de cultivos en condiciones normales o buenas cayó al 72%, frente al 92% del mismo período en la campaña previa. La situación es particularmente crítica en la región núcleo, donde el 56,7% de los cultivos se encuentra en condiciones de sequía.
Ecolatina también analizó el impacto de la medida en el mercado oficial de cambios (MULC). Según la consultora, el nuevo esquema impositivo incentivará a los productores a liquidar divisas tanto de la campaña actual como de los stocks de la campaña previa. «Esto podría aumentar la oferta de divisas en el corto plazo, pero también plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de las liquidaciones a partir de julio», indicaron.
El informe también destacó que la medida podría facilitar una reducción en la tasa de política monetaria por parte del b, gracias a la leve mejoría en la ecuación financiera para los productores. Sin embargo, advirtieron que «la volatilidad electoral podría complicar el escenario cambiario en la segunda mitad del año».
Finalmente, Ecolatina subrayó que el éxito de la medida dependerá en gran medida de la evolución climática y la respuesta del sector agropecuario. La probabilidad de un fenómeno de La Niña en el primer trimestre del año supera el 80%, lo que podría agravar las condiciones de sequía y limitar el impacto positivo de las retenciones.
La consultora concluyó que, si bien la medida representa un alivio para el sector agropecuario, también introduce importantes desafíos fiscales y cambiarios. En este sentido, consideraron que «ela compleja situación actual evidencia las dificultades crecientes para eliminar o flexibilizar el esquema de dólar blend«.
Intervención cambiaria y su justificación oficial
En el contexto de estas medidas, GMA Capital analizó la intervención del Banco Central (BCRA) en el mercado cambiario, que alcanzó niveles récord en los últimos 45 días. Según datos recopilados hasta mediados de enero, las ventas de dólares por este canal totalizaron u$s 619 millones, marcando la mayor salida desde octubre de 2023. En diciembre, esta cifra ya había sido significativa, con USD 325 millones.
El vicepresidente del BCRA, Vladimir Werning, defendió esta estrategia en una presentación realizada en Londres. «Cuando los fundamentos macroeconómicos son sólidos, la esterilización de pesos a través del mercado cambiario es eficiente, creíble y, en términos netos, no implica un sacrificio de reservas», señaló Werning.
GMA Capital interpretó estas declaraciones como un intento de reforzar la confianza del mercado frente a una estrategia de intervención que, aunque contundente, no despertó alarmas entre los operadores financieros.
Según el informe, las razones detrás de esta masiva venta de bonos en moneda extranjera podrían vincularse al aumento estacional de la demanda de divisas, impulsada por el turismo emisivo y el pago de tarjetas de crédito. Este fenómeno coincidió con la necesidad de contener la brecha cambiaria, que se mantuvo en torno al 13% gracias a la estrategia de la «Fase 2» del BCRA.
Riesgos y oportunidades en el carry trade
Finalmente, GMA Capital abordó la viabilidad del carry trade en un escenario de estabilidad cambiaria. La estabilidad del contado con liquidación (CCL), que se mantuvo por debajo de los $1.200, presentó un incentivo para buscar retornos en dólares mediante inversiones en pesos. No obstante, el informe advirtió sobre los riesgos asociados a esta estrategia.
En los últimos meses, la reducción de la inflación mensual por debajo del 4% y la consecuente caída en los rendimientos de instrumentos en pesos limitaron los beneficios del carry. Actualmente, la tasa de política monetaria, situada en el 2,7% mensual, podría ser insuficiente para compensar un eventual recalentamiento del dólar financiero.
Según GMA Capital, la brecha cambiaria acotada al 15% deja poco margen para ganancias significativas. Además, el nivel históricamente bajo del tipo de cambio real del dólar financiero plantea dudas sobre la sostenibilidad de esta situación. En un análisis histórico, la sociedad de bolsa señaló que los mayores retornos en dólares se han registrado en contextos de niveles de CCL superiores a los actuales, mientras que las mayores pérdidas, de hasta un 50%, ocurrieron en escenarios similares al actual.
En conclusión, GMA Capital evaluó que, aunque las medidas del Gobierno ofrecen alivio al sector agropecuario y estabilidad al mercado cambiario, también generan incertidumbres sobre su sostenibilidad en el mediano plazo. El compromiso oficial con la estabilidad cambiaria será clave para determinar los resultados futuros de estas políticas.
A cuánto cotiza el dólar blue hoy
El dólar blue se ubica en $1215 para la venta y a $1195 para la compra.
Cómo operan los dólares financieros
En el segmento bursátil, el dólar contado con liquidación (CCL) se negocia a $1.168, mientras que el dólar MEP opera en $1.155.
Cuál es el precio del dólar oficial
La cotización del dólar minorista del Banco Nación arranca a $1069.
El dólar mayorista se negocia a un promedio de $1049.
Por su parte, el dólar turista se ubica en $1.389,70.
La brecha cambiaria
Por último, la brecha cambiaria entre el dólar mayorista y los diferentes tipos de cambio, se encuentra de la siguiente manera:
- Blue: 17%
- CCL: 11%
- MEP: 10%