La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, marca la línea de la respuesta del gobierno nacional frente a las inundaciones en Bahía Blanca: fingir demencia. Mientras el presidente Javier Milei mantiene silencio, Bullrich señaló que las graves consecuencias están relacionadas a que el país está «muy mal en infraestructura» y que «no hubo una alerta roja del Servicio Meteorológico», dos áreas que la gestión de La Libertad Avanza decidió ajustar, quitándole financiamiento y despidiendo personal. Por su parte, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, dijo que la reconstrucción deberá ser diseñada por la provincia de Buenos Aires y el municipio, mientras que la Nación solo «acompañará».
La ministra de Seguridad ofreció su análisis, sin autocrítica, en entrevistas a los periodistas oficialistas Jonatan Viale y Luis Majul. En primer turno, en una entrevista con radio Rivadavia, Bullrich fustigó al Servicio Meteorológico Nacional porque «no hubo un alerta roja hasta ya bastante entrada la tormenta, cuando habían caído más de 100 milímetros». Bullrich dijo que es algo que se tiene que analizar, pero no mencionó los 80 despidos ocurridos en marzo de 2024.
Anoche, entrevistada en LN+, Bullrich se animó a analizar la crítica situación de la infraestructura del país y dijo que «nuestro país está muy mal» e hizo hincapié en la siutación de las rutas y las obras hidraúlicas; tras las imágenes de caminos colapsados, puentes derrumbados y canales desbordados. «Hace que cuando haya fenómenos, sean más profundos», reconoció Bullrich. Sin embargo, fue el propio gobierno nacional el que desde su llegada a la Casa Rosada decidió paralizar la obra pública.
Según la Cámara Argentina de la Construcción –sector que registró una caída histórica del 28,5 por ciento en 2024– las obras públicas paralizadas por el gobierno de Milei rondan las 3500 en todo el país con una deuda por 300 mil millones de pesos. Recién en enero pasado, la gestión de La Libertad Avanza creó la Base de Iniciativas Privadas para la presentación de proyectos privados para obras de interés público.
En esa línea, el jefe de Gabinete sostuvo que el gobierno nacional solo «acompañará» la reconstrucción de los desastres ocasionados por las inundaciones en Bahía Blanca; que de acuerdo al intendente bahiense Federico Susbielles, se trata de daños por 400 millones de pesos. «El plan de para reconstruir la ciudad es un tema que tiene que ver con el municipio y con la provincia y todo lo que la Nación puede hacer económicamente para apoyar esta circunstancia lo hará», definió Francos.
«No es que esté tirando en absoluto la pelota para la provincia», se atajó Francos pero dijo que cada administración debe trabajar «dentro de la esfera de sus responsabilidades» porque «uno tiene que respetar un poco las jurisdicciones y la responsabilidad que tiene cada uno».
Francos confirmó el aporte de 10 mil millones de pesos para la asistencia a la ciudad –un porcentaje ínfimo sobre las pérdidas calculadas– tras un pedido del ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco. La transferencia de esos fondos se concretó este mediodia y el jefe de Gabinete aseguró que no se descarta un nuevo giro. «Después iremos viendo cómo la provincia con sus fondos y la Nación con sus fondos, arman esta reconstrucción de la que estamos hablando», pateó hacia adelante. «No hay un monto establecido, hay una voluntad y vocación de colaborar con el gobierno de la provincia y con el municipio de Bahía Blanca», indicó.
Críticas de Kicillof
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, pidió que el desastre ocurrido debe «hacer reflexionar» sobre el «país que nos quieren vender» frente a la enorme respuesta solidaria del país con los habitantes de Bahía Blanca. «Demuestra una diferencia de concepción en el tipo de sociedad que queremos construir y cuál es el motor real de esa sociedad», aseguró.
El gobernador analizó que «son épocas donde, no solo en la Argentina, el propio Presidente dice que para que te vaya bien tenés que esforzarte, pero como si estuviéramos en una guerra de unos contra otros» y contrapuso: «Lo que pasó en Bahía Blanca nos llena de emoción porque estuvo el Estado, estuvieron todos los ministerios, los intendentes, los laburantes, los trabajadores de la salud».
En ese sentido, puso como ejemplo lo ocurrido en el Hospital Penna de la localidad del sur bonaerense, donde el agua ingresó hasta las salas de neonatología. «El hospital se nos inundó con un metro de agua y fueron trabajadores de la salud de la provincia a ayudar a Bahía Blanca», destacó Kicillof sobre la reacción social.
«Gobernar con el latiguillo de ‘no hay plata’ es mucho más fácil, es decirle a la gente ‘arréglense solos’. El Gobierno nacional paró mil obras en la provincia, pero nosotros, por más dificultades que tengamos, buscamos no parar las obras», se diferenció el mandatario provincial esta mañana durante el acto con el que dejó inaugurado el nuevo edificio de la Escuela de Educación Secundaria N° 1 Jorge Domingo Lamachia, en la ciudad bonaerense de Castelli.