El Gobierno nacional publicó el lunes el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) para quedar habilitado a firmar el acuerdo número 23 con el FMI, cuya letra chica por ahora no se conoce.
El artículo 1 del DNU expresa que los fondos se utilizarán en una operación de crédito público para capitalizar al Banco Central de la República Argentina (BCRA) , despejar la incertidumbre cambiaria del año electoral, acercar la vuelta a los mercados y acelerar una eventual eliminación del cepo antes de que termine el 2025 pero la gran duda es la política cambiaria que le pedirá el FMI al Gobierno.
Un aspecto central del nuevo esquema es la cancelación de Letras Intransferibles en poder del BCRA que emitió el Tesoro entre el 2006 y el 2022 que llegaron a un total de unos 67.000 millones de dólares Según lo detallado en el DNU, las cancelaciones se realizarán en orden cronológico, comenzando por la letra con vencimiento el 1° de junio de 2025, cuyo valor nominal asciende a u$s10.000 millones.
La cantidad de títulos que podrán ser rescatados dependerá del monto final que se obtenga a través del FMI que se estima podría ser muy cercano a los 20.000 millones de dólares.
Además, los vencimientos de estos instrumentos se mantienen en niveles más bajos en 2026 y 2027, pero vuelven a superar los 10.000 millones de dólares en 2029. Entre 2031 y 2033, los compromisos anuales por este concepto rondarán los 12.000 millones de dólares.
Qué son las Letras Intransferibles y cómo nacieron
El impulsor de estas letras fue el ex presidente Néstor Kirchner quien en enero de 2006 canceló la deuda de unos 10.000 millones de dólares con el FMI y como contrapartida el Tesoro le dio la primera LI al BCRA por el equivalente a esa suma.
El otro caso fue la ex presidenta Cristina Kirchner en enero de 2.010 cuando le sacó unos 6.500 millones de dólares al BCRA para colocar en el llamado Fondo del Bicentenario lo que provocó la renuncia del entonces titular del BCRA Martín Redrado quien se negó a darle esos dólares del BCRA al Tesoro.
Estas letras representan una parte importante del activo de la autoridad monetaria, aunque fueron revaluadas por la administración actual, reduciendo su valor de unos 67.000 millones a unos 23.000 millones de dólares.
Cómo usará el Gobierno de Javier Milei los fondos del FMI
El sábado pasado en una nota en La Nación, Milei detalló cómo y para qué utilizará el nuevo crédito del FMI. Explicó que «los dólares que llegarán tendrán el objetivo de cancelar deuda del Tesoro con el BCRA y, así, mejorar su patrimonio neto, que surge del balance entre su pasivo (base monetaria y deuda remunerada) y su activo (reservas y títulos públicos)». El presidente también dio una pista sobre otra de las dudas del mercado financiero local y de Wall Street que está centrada en cuántos dólares le dará el FMI a la Argentina.
En la nota da entender que los dólares se utilizarán para que el Tesoro rescate las Letras Intransferibles que figuran en el activo del BCRA. Esas letras están valuadas hoy a un valor superior a los 20.000 millones de dólares.
Al respecto un informe de la consultora Empiria, muestra que esas Letras Intransferibles que colocó el Tesoro en el Central tienen una valuación, según el BCRA, de unos casi 23.000 millones de dólares al 31 de enero. Este número estaría indicando que el Gobierno por lo menos negocia desembolsos por ese monto aunque todavía no se sabe el monto final.
En ese sentido, hay que destacar que Milei sostuvo que «el dinero que ingrese del FMI será utilizado por el Tesoro para cancelar parte de su deuda con el BCRA». En este punto hay que mencionar que el presidente del BCRA, Santiago Bausili, realizó un cambio en la forma de computar esos títulos en el balance de la entidad.
Cuál es el valor de las Letras Intransferibles
Hasta diciembre del año pasado se valuaban a valor técnico o nominal convertido a pesos al tipo de cambio oficial. El problema con la forma de valuación anterior era que ante una suba del dólar, el valor en pesos de las Letras Intransferibles aumentaba y generaba una ganancia contable que permitía al BCRA transferir utilidades al Tesoro. Con el nuevo criterio de valuación esas Letras Intransferibles deben considerarse a valor recuperable, lo que significaría cuánto podría realmente recuperar el BCRA si el Tesoro efectivamente las pagara, considerando que no tienen mercado secundario, su valor es inferior al nominal.
Por ese cambio, la valuación cayó desde los 67.350 millones de dólares hasta algo menos de más de unos 23.000 millones de dólares , según un análisis de la consultora GMA Capital. Por lo tanto, como explicó Milei la intención del Gobierno es rescatar parte de esas Letras Intransferibles y mejorar el balance de la autoridad monetaria.
Como se trataría de un cambio una deuda por otra, el nivel de endeudamiento neto no se modificaría, pero sí habría un cambio de acreedor ya que la deuda que se considera intra sector público pasaría a ser deuda externa por lo tanto la deuda bruta no aumenta tal como explica Milei en esa nota.
Por su parte el economista Ramiro Castiñeira, explicó el efecto de los dólares del FMI en el balance del BCRA. «El acuerdo con el FMI permite aumentar reservas en el activo y sacar parte de los títulos públicos que dejó el kirchnerismo», planteó. En efecto, dijo que así se podrá tener una moneda «sin inflación», al tiempo que marcó esto como una condición necesaria para liberar el cepo.
En tanto que Carlos Pérez, el director de la Fundación Capital quien fuera Gerente General de BCRA durante la gestión de Martín Redrado se mostró en la sintonía del Presidente aunque mencionó que «con sólo esto no se termina el problema».
Pérez manifestó que «esto que está procurando hacer Milei va en línea con lo que hicimos nosotros hasta diciembre de 2009». Esto fue antes de que Redrado dejara el BCRA tras el fuerte enfrentamiento con la entonces presidenta Cristina Kirchner por el uso de las reservas internacionales para el Fondo del Bicentenario.
«Va en el sentido apropiado, acerca a la salida del cepo, ayuda al descenso de la inflación, pero el número de reservas netas seguirá chico en comparación a los pesos del sector privado», explicó y agregó que para que esta estrategia conduzca al fin de la inflación la demanda de pesos se debe mantener estable y para que el riesgo de dolarización sea bajo.
Puntos claves del nuevo acuerdo con el FMI
El programa negociado entre el Ejecutivo y el FMI incluye varios aspectos clave relacionados con el financiamiento y el pago de compromisos previos.
Los puntos más relevantes son los siguientes:
- Plazo de devolución: la amortización del préstamo se extenderá por diez años, con pagos programados luego de un período de gracia.
- Período sin pagos: el Estado argentino no realizará desembolsos por cuatro años y seis meses, lo que implica que la devolución de los fondos comenzará en octubre de 2029.
- Destino de los fondos: los montos asignados por el FMI estarán dirigidos únicamente a cancelar deudas del Tesoro Nacional con el BCRA y refinanciar los vencimientos del Programa de Facilidades Extendidas de 2022.
- Condiciones del financiamiento: los intereses y cargos se pagarán conforme a las tasas y plazos establecidos por el organismo financiero internacional.
- El decreto también estableció que el Gobierno mantendrá su política de déficit cero y que no utilizará los fondos obtenidos para intervenir en el mercado cambiario.
- El acuerdo contempla la reprogramación de vencimientos por un total de USD 13.000 millones en capital, lo que implica que el país pospondrá una parte significativa de sus pagos previstos hasta 2029.
- Este esquema permitirá liberar recursos en el corto plazo y mejorar la posición de reservas internacionales del BCRA.
Milei ha explicado en reiteradas ocasiones que el problema de la inflación de una vez y para siempre requiere considerar de modo explícito las operaciones que los distintos agentes realizan con el BCRA y cómo esto impacta en sus distintas hojas de balance. Puesto en otros términos, no solo hay que mirar qué está pasando con los flujos, sino también con los «stocks».
Además describe que el balance del BCRA como el del resto de los agentes, muestra que su patrimonio neto surge de la diferencia entre sus activos y sus pasivos. Por ende, si uno pensara en el último día de nuestra existencia física, dado que el dinero emitido no tiene poder de compra alguno en el más allá, todos deberían liquidar sus tenencias monetarias antes de partir.
Por ende, si el BCRA tuviera un patrimonio neto a mercado no negativo, podría rescatar sus pasivos monetarios sin que haya sobresaltos en el nivel de precios. Si fuera negativo, dado que en el activo suelen existir bienes con un valor real independiente de lo que pase con el poder adquisitivo del dinero, ello implica que para restablecer el equilibrio patrimonial el nivel de precios debe subir para licuar los pasivos monetarios y de ese modo alinearse con el valor de los activos.
«De ello surge que cuanto mayor sea el deterioro patrimonial del Central, mayor será el nivel de precios que permite sanear su balance. Así, dicho nivel de precios de largo plazo contra el nivel actual nos muestra la tasa de inflación subyacente de la economía. Por lo tanto, para terminar con la inflación no basta con trabajar sobre los flujos, sino que resulta fundamental recomponer el equilibrio de stocks (patrimonio del BCRA) dice Milei.
Dentro de este marco, en el caso del BCRA, sus activos se componen de reservas internacionales y títulos públicos emitidos por el gobierno nacional. En cuanto al pasivo, en el mismo se encuentra la base monetaria (circulante en poder del público y encajes de los bancos) y la deuda remunerada, que en su momento se llamaron Lebac, luego Leliq y después Pases. En este sentido, cuando suben los pasivos del Banco Central, ya sea por emisión de pesos contra títulos públicos que no tienen mercado, es decir, emisión espuria, o por el devengamiento de intereses de los pases, el patrimonio del Banco Central se deteriora aumentando la inflación presente y futura.
El DNU está vigente: qué pasará en el Congreso
El Gobierno nacional anunció que enviará el DNU al Congreso, aunque el texto tiene validez legal desde el momento de su publicación en el Boletín Oficial.
Para que sea rechazado, ambas Cámaras del Parlamento deben votar en contra, un escenario que no se ha registrado hasta el momento con otros decretos similares.
El procedimiento legislativo para estos casos incluye los siguientes pasos: El Poder Ejecutivo envía el DNU al Congreso dentro de un plazo máximo de diez días.
Luego la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo analiza el documento y emite un dictamen sobre su validez. Si la comisión no se expide en diez días hábiles, las cámaras pueden tratar el decreto directamente en el recinto. El texto se aprueba o rechaza sin modificaciones y para ser anulado, ambas cámaras deben votar en contra.