La carne volvió a subir en las carnicerías de Posadas durante los últimos días y el asado de costilla de novillo ya se comercializa a 15 mil pesos el kilo en algunos locales. Hay precios más económicos pero se trata de la primera calidad. Otros cortes como lomito y matambre de cerdo se acercan a los 20 mil pesos por kilo, según un relevamiento realizado por Misiones Opina.
La suba es generalizada en todo el país. Sucede al mismo tiempo que los argentinos comen cada vez menos carne y la reemplazan por otras opciones más económicas como el cerdo y el pollo.
De hecho, en 2024, por primera vez el consumo de pollo por capital superó al consumo de carne. En 2024, el consumo promedio de pollo en el país alcanzó los 49,3 kilogramos, mientras que el de carne vacuna se situó en 48 kilos por habitante.
El aumento en el precio de la carne se debe principalmente a una caída en la oferta, afectada por la sequía de 2024. En Eco Go señalaron que esta reducción en la disponibilidad del producto impulsó la variación mensual de alimentos y bebidas, que según sus estimaciones, llegó al 3,8%.
Pero más allá de la oferta en el productor, se registraron otros factores, como el aumento en los costos del transporte y la estacionalidad, que también influyeron en la suba de los valores de venta de la carne.
Se estima que el incremento de este producto repercutirá fuerte en la inflación de febrero, que se publicará en los próximos días.
“El peso de la carne en la canasta de CABA es inferior al 5%, mientras que en algunas regiones del Noroeste argentino supera el 10%, es decir, más del doble. Por eso, el aumento del 7,7% en la carne registrado en febrero tendrá un impacto mucho mayor en el índice nacional del INDEC que en el de la Ciudad de Buenos Aires”, explicaron desde el INDEC.