El diagnóstico de JPMorgan se suma al de otros grandes bancos como Barclays, Citi y UBS, que también recortaron drásticamente sus previsiones para 2025.

El mayor banco de Estados Unidos, J.P. Morgan Chase, alertó en un informe que la economía estadounidense se encamina a una recesión técnica debido al impacto de la política arancelaria impulsada por el gobierno de Donald Trump. La entidad proyecta una contracción del PBI del 1% en el tercer trimestre y del 0,5% en el cuarto, con una caída anual del -0,3%, muy por debajo del 1,3% estimado previamente.
El diagnóstico de JPMorgan se suma al de otros grandes bancos como Barclays, Citi y UBS, que también recortaron drásticamente sus previsiones para 2025. El economista jefe de UBS, Jonathan Pingle, advirtió que las importaciones caerán más del 20%, y que el peso del comercio exterior en el PBI volverá a niveles de los años 80.
Según Michael Feroli, de JPMorgan, la Reserva Federal podría verse forzada a recortar su tasa de referencia de forma progresiva desde junio, pese a que se espera un rebrote inflacionario hacia fin de año. El escenario, advierte, es de estanflación, con estancamiento económico e inflación alta, lo que plantea un dilema para la Fed.
Desde UBS, el economista jefe Jonathan Pingle pronostica una caída de más del 20% en las importaciones estadounidenses, lo que devolvería el peso del comercio exterior en el PBI a niveles de 1986. En paralelo, Barclays también estima una contracción del PBI en 2025, y Citi redujo su proyección de crecimiento al 0,1%, mientras que UBS lo rebajó al 0,4%.
Max Stainton, estratega de Fidelity International, aseguró que los nuevos aranceles, que alcanzan niveles efectivos del 24%, son los más elevados desde principios del siglo XX. “Si se aplican plenamente, podrían provocar una recesión profunda en Estados Unidos y una fuerte sacudida al comercio global”, explicó.
A esto se suma la incertidumbre sobre cómo reaccionarán los principales socios comerciales de EE.UU. China ya respondió con un aumento del 34% en sus aranceles a productos estadounidenses, y la Unión Europea evalúa medidas similares.
Para los analistas, el escenario final dependerá de si el gobierno de Trump está dispuesto a negociar o si mantendrá su postura. “Un retroceso general todavía es posible, pero hasta ahora la administración se ha mostrado inflexible”, dijo Stainton.
Las consecuencias dependerán de cómo evolucionen las represalias de socios comerciales como China y la UE, y si el gobierno de EE.UU. decide renegociar o mantener su postura. Por ahora, el mensaje de Trump es claro: no habrá marcha atrás.