lunes, diciembre 23, 2024

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el análisis de lo que mostró el dato laboral del tercer trimestre

El desempleo subió al 6,9% en el tercer trimestre del año, si se lo compara con el mismo período de 2023, que se había ubicado en el 5,7%, según datos del Instituto de Estadísticas y Censos (INDEC). Sin embargo, frente al segundo trimestre del año, mostró una baja de 0,7 puntos porcentuales (p.p.), ya que en ese momento era del 7,6%. La contracara de la baja del dato de desocupación, son puestos de trabajo de menor calidad, con salarios más bajos y mayor flexibilización laboral, al mismo tiempo que crece la sobreocupación y la categoría de ocupados demandantes.

En términos absolutos y considerando la población total -no sólo el universo de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH)-, estamos hablando de 1.575.000 desocupados, según precisó el Centro de Economía Política Argentina (CEPA).

La tasa de actividad se mantuvo casi estable en el 48,3%, con relación al mismo trimestre de 2023 (+0,1 p.p.), mientras que la tasa de empleo registró una leve reducción (-0,5 p.p.) frente a igual lapso del año pasado y se ubicó en el 45%.

Además, el desempleo entre los jóvenes de 14 a 29 años es ampliamente superior al general: alcanza el 16,1% en el caso de las mujeres y el 13,6% en el caso de los hombres.

En ese sentido, la desocupación no es la única presión sobre el mercado de trabajo, sino también los ocupados demandantes, que crecieron del 15,2% al 17,6% interanual (i.a.) en el tercer trimestre. Este grupo de gente tiene empleo, pero busca activamente otro. La tasa de subocupación también aumentó del 10,3% al 11,4% i.a. Estas variaciones, sumadas al incremento en la tasa de desocupación, resultaron en un crecimiento en la presión sobre el mercado de trabajo, la cual escaló del 26,8% al 30,2% i.a.

Mayor empleo, pero de menor calidad

En el tercer trimestre de 2024, se verificó una reducción en la población ocupada “con descuento jubilatorio”, que bajó al 20,8% frente al 21,8% del mismo período del año previo (-3,8% i.a.). Fue la principal causa en la reducción del empleo, atento a que la población ocupada “sin descuento jubilatorio” registró un leve incremento (+0,04 % i.a.), según CEPA.

El 6,9% mide solo el empleo registrado y hay que leerlo junto a otros indicadores como la baja de inflación y cierta recuperación. Lo que más crece en empleo registrado siguen siendo los monotributistas 54% de agosto de 2014 frente a agosto de 2024, el empleo privado avanza un 2% y el público, un 19%, en el mismo periodo. Es decir que lo que más crece es el trabajo de menor calidad«, analizó Matias Ghidini, CEO de GhidiniRodil y autor del libro, Mi Trabajo Ahora.

La suba del empleo no registrado, así como los trabajadores bajo monotributo, tienen como contracara el pluriempleo, uno de los «males» de esta época. Se puede observar que la sobreocupación creció del 26,3% en el segundo trimestre de 2024 al 28% en el tercero.

Tal es así que, uno de cada cuatro argentinos, registra niveles de «burnout» elevados, según la última medición de la Universidad Siglo 21. En noviembre, el 26,9% de la población reportó sentirse demasiado exhausta para participar en otras actividades después del trabajo, mientras que el 23,5% expresó dificultades para relajarse al finalizar su jornada laboral.

«Hay que tener presente que el mercado de trabajo no está ajustando tanto por cantidades como por calidad de empleo y precio (salario) pagado. Aun cuando proyectamos que el desempleo siga moviéndose a la baja, esperamos registros de informalidad más altos y una muy lenta recuperación de los salarios», destacaron desde la consultora Labour Capital & Growth (LCG).

Empleo 2025: ¿qué se espera?

«Hacia adelante, lo que puedo ver es un prudente optimismo de las empresas, un rebote muy sectorizado y lento de algunas industrias que no llegan a convertirlo en una recuperación plena de empleo», resaltó Ghidini.

Por su parte, desde LCG señalaron que la tasa de desempleo parecería haber alcanzado un techo en el primer semestre 2024. «Los meses de peor recesión empezarían a quedar atrás y la moderación de la inflación ayuda a la recomposición de los ingresos permitiendo que la oferta de empleo se mueva a la baja (la tasa de actividad ajuste a la baja). A su vez, los datos del SIPA reflejan que el empleo registrado recuperó los niveles de un año atrás medidos a septiembre 2024, pudiendo ser el comienzo de un leve repunte. Habrá que monitorear de cerca el efecto neto que sobre la demanda de empleo tenga un crecimiento tan dispar entre sectores, con claros ganadores y perdedores», concluyeron.