En el mercado se instaló la idea de que próximamente el Banco Central aplicará otra baja de tasas de interés. La percepción se reafirmó en las últimas horas, luego de que anunciara que a partir de febrero reducirá a la mitad el ritmo del crawling peg (devaluación gradual) que aplica sobre el tipo de cambio oficial, en línea con lo esperado por el mercado.
Previo a la decisión del Central de reducir al 1% mensual el avance del tipo de cambio oficial, lo cual era esperado porque había sido anticipado por los funcionarios (incluyendo al propio presidente Javier Milei), los economistas afirmaban que la desaceleración vendría acompañada de otro recorte de tasas, por lo que ahora esperan este anuncio.
La expectativa es que la baja de tasas sea de entre 2 y 3 puntos porcentuales, tal como lo hizo en las últimas oportunidades. Así, la tasa de política monetaria, expresada a través de las Letras Fiscal de Liquidez (Lefi), que hasta hoy se encuentra en 32%, bajaría al rango de entre 29% y 30% nominal anual, frente a una inflación proyectada por el mercado en torno a 26% para este año.
La mirada puesta sobre los dólares paralelos y la brecha cambiaria
Se espera que el Gobierno tenga especial cautela en la magnitud del recorte de tasas de interés, ya que una de las principales variables que tiene en cuenta el equipo económico que dirige el ministro Luis Caputo es el mercado cambiario y el impacto que podría tener sobre la demanda de dólares paralelos y la brecha cambiaria.
Sobre todo, teniendo en cuenta que en varias de las últimas ocasiones en la que hubo recortes de tasas posteriormente hubo desarme de posiciones en pesos para demandar divisas, lo que forzó al Banco Central a recurrir al esquema del intervención sobre el dólar MEP, con el que además esteriliza los pesos que emite cuando compra reservas en el mercado oficial.
Una mayor presión sobre los dólares paralelos y la consecuente ampliación de la brecha cambiaria jugarían en contra del objetivo oficial de mantener bajas las expectativas en el mercado respecto a un salto devaluatorio y no ayudaría a continuar con el desarme gradual de los controles cambiarios.
Además, de acuerdo con el economista Gustavo Ber, la calma cambiaria es un elemento importante para el equipo económico del Gobierno en su estrategia de continuar reduciendo los niveles de inflación, por lo que evitaría tener que enfrentar nuevas presiones alcistas sobre los dólares paralelos.
«La calma cambiaria será fundamental para las aspiraciones del Gobierno de seguir reduciendo la nominalidad de la economía«, coinciden los analistas del Grupo SBS, que estiman que la apreciación cambiaria de los últimos meses contribuyó en gran medida en la desaceleración de la inflación que se profundizó a partir de septiembre.
Una baja de tasas muy fuerte afectaría al carry trade
Una baja muy fuerte en las tasas de interés contiene el riesgo de quitarle atractivo al carry trade, la estrategia de los inversores que consiste en tomar posiciones en pesos para aprovechar los rendimientos en moneda local mientras se mantiene la calma cambiaria, lo que contribuye a mantener esto último, por lo que el Gobierno tendría cautela en su decisión.
La demanda de activos en pesos juega a favor del Gobierno en su objetivo de mantener la calma en el mercado cambiario. Un cierre de posiciones de carry trade implicaría desarme de instrumentos en moneda local para pasarse al dólar, lo que generaría nuevas presiones cambiarias y ampliación en la brecha respecto al tipo de cambio oficial.
Además, de acuerdo con los analistas de Portfolio Personal Inversiones, con la reducción del ritmo devaluatorio, además de profundizar la desinflación al influir sobre los bienes no regulados, el Gobierno busca precisamente darle mayor atractivo al diferencial entre las tasas de interés y el ritmo de devaluación mensual del tipo de cambio oficial.
El bróker de bolsa resalta que lo anterior es clave para que se sostenga la estrategia de carry trade por parte de los importadores y exportadores, lo que contribuye positivamente en los niveles de demanda y liquidación de divisas en el mercado oficial de cambios y le da la posibilidad al Banco Central de seguir comprando reservas a través de esa vía.
Incluso, Adcap prevé que el mercado reaccionará positivamente al anuncio de reducción del ritmo devaluatorio y que, ante la expectativa de un inminente recorte de las tasas de interés, los inversores se anticiparán a demandar activos en pesos a tasa fija de vencimientos más largos con el objetivo de aprovechar los rendimientos actuales.
«Este desarrollo probablemente impulsará el mercado más allá de los niveles máximos de optimismo observados el 14 de noviembre, ya que los bonos más largos deberían superar a los más cortos según la menor inflación esperada», agrega el equipo de research del bróker de inversión.
En cambio, los analistas de Aurum Valores consideran que el anuncio de la reducción del crawling peg fue «poco prudente» y advierten por el posible impacto negativo sobre los instrumentos de renta fija en pesos, a partir de la expectativa de otra baja de tasas de interés. Sobre todo, considerando la licitación de deuda en pesos que realizará este miércoles el Tesoro Nacional.